BASES FISIOLOGICAS DEL EJERCICIO

Publicado en por Mauricio y Kt

 

El conocimiento detallado de la respuesta del organismo al ejercicio físico es fundamentalmente a la hora de diseñar programas del entrenamiento, tanto en el ámbito del alto rendimiento deportivo, como en el más modeso del ocio y la salud.

Toda actividad física supone un estrés que provoca una respuesta fisiológica en el organismo. Cuando dicho estrés se presenta de una manera repetida, como seria el caso de la persona que practica ejercicio regularmente, el organismo sufre un proceso de adaptación que le permite realizar la actividad con menor esfuerzo. En definitiva, el objetivo principal de los programas de entrenamiento es provocar adaptaciones fisiológicas que mejoren el rendimiento o la salud de los practicantes.

La fisiología se encarga del estudio de los procesos metabólicos y funcionales que se llevan a cabo durante la realización de la actividad física y también durante el periodo de recuperación y, por lo tanto de adaptación, que son posteriores al ejercicio. Si bien debido a la complejidad de estos procesos todavía no se conoce por completo el funcionamiento del cuerpo humano durante el ejercicio físico, en la actualidad los entrenadores deportivos pueden disponer de toda la información necesaria para elaborar y diseñar los programas de entrenamiento con bases científicas suficientemente contrastadas.

 

 

Si se examina un músculo esquelético completo mientras se disecan sus partes gradualmente, se observa que está compuesto por haces de fibras, cada uno de los cuales se denomina fascículo.

                   

 

METABOLISMO MUSCULAR

 

El músculo puede considerarse un motor complejo cuya capacidad de trabajo depende de la disponibilidad de energía. Esta energía adopta diversas formas: química, eléctrica, electromagnética, térmica, mecánica y nuclear. Entre el 60 y el 70 % de la energía corporal humana es degradada en forma de calor. El resto es utilizada para realizar trabajos mecánicos y actividades celulares. El ser humano obtiene energía partir de principios inmediatos, como los hidratos de carbono, las grasas y los proteínas. Los carbohidratos y las proteínas proveen de 4 Kcal/g, mientras que la grase proporciona 9 Kcal/g. Esta energía derivada de los alimentos es almacenada en compuestos de alta energía, que se denominan trifosfato de adenosina (ATP).

El músculo utiliza diferentes combustibles y consigue regenerar por si mismo alunos de ellos. La evaluación de su actividad es bastante complicada y requiere un conocieminto amplio y detallado de cada fuente de energía, de su duración y de la participación de cada una de ellas.

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